lunes, 22 de julio de 2013

A RÍO REVUELTO ...

Foto: A RÍO REVUELTO ...

Convocatoria Cívica, Frente Cívico Somos Mayoría ...

Aunque se dice que para poder alcanzar determinado nivel de sapiencia es preciso pasar por el pulimento de la Universidad de Oxford, yo debo reconocer que esta premisa no la tengo aún superada, no así me ocurre con nuestra insigne de Salamanca (cuyo máximo lema: "Quod Natura non dat Salmantica non prestat"), de donde sí creo, con toda humildad, aproveché las muy escasas ocasiones que tuve de retener sus "excelentes consejos docentes".


Desde hace ya tiempo lo vengo registrando y difundiendo a quien quiere oirme. Estos trágicos momentos de nuestra historia (española y europea) propician, como ningún otro, la aparición súbita y excepcional de "salvadores de la patria" (altamente sospechosos de peligrosísimo populismo) y de organizaciones políticas de supuesto corte progresista que nos aseguran -ambas facciones- ser capaces de superar, con holgura y sin más traumas, la multiplicidad de problemas y dificultades de los pueblos  que en estos momentos sufren, inocentes absolutos, la gravísima situación a que nos han abocado los "mangantes de cuello duro" de siempre.

Resulta evidente que estas diferentes opciones están en la obligación de preparar sus respectivas presentaciones vestidos con sus mejores y más impactantes "galas", con la lógica y justa intención de mostrar sus mejores y más atrayentes características. Cómo no, cada una de estas ofertas están conformadas por sus particulares estrellas del momento que colocan en destacados y relevantes lugares de sus cuasi indistintivos escaparates.

Están en su derecho, faltaría más, incluso y a pesar de algunos discrepantes, estos "prometedores brotes políticos" ayudan a remover y a agitar un poco el adormecido y desidioso actual panorama político español.

Lo que no ofrece duda alguna, digo yo, es que el bipartidismo continuado suele conllevar con demasiada frecuencia (y este creo es el caso) a la abulia, al desinterés y a la crónica decepción popular.

Además, afortunadamente,  todos estos grupúsculos (los autodeclarados  progresistas) coinciden en la imprescindibilidad de cambiar la actual Ley Electoral, previa, a cualquier otro futuro sufragio por las urnas, lo que sin duda alguna, amén de supuestamente más justo, el futuro nuevo sistema, también resultará más beneficioso y equitativo para todos ... pero también para estos más recientes asociados (caso de decidir su conversión, incluso refundición en partido político concreto, participante opcional en la "rueda de la fortuna electoral").

Al menos, con la inclusión de nuevos partidos progresistas en el "campo operativo", el dolorido electorado de izquierdas, defraudado, incluso adormecido y hastiado, podría avivarse, podría comenzar a ver una luz al final del túnel, tal vez pudiera asirse a la mínima esperanza de verse más efectivamente identificado con tal, o cual predicado ideológico.

De cualquier manera, quiero optimistamente pensar, que si se lograse una coalición de partidos progresistas, consecuencia estratégico-política del resultado en las siguientes confrontaciones electorales, nosotros, los sempiternos y hasta hace muy poco "perdidos" socialistas de "pro", podríamos sentirnos suficientemente satisfechos.

Porque esta conveniente coalición de izquierdas en el futuro Gobierno de la Nación, obligaría al PSOE a no desviarse de su oficial ideario en la praxis gubernativa, a su interdependencia, a impedir sus frecuentes veleidades "liberales", al doméstico y cotidiano control -por la izquierda-, a una mayor pureza y linearidad de comportamientos ..., en definitiva, para exigir con pleno derecho el cumplimiento de los acuerdos adoptados interpartidos  y el más exquisito y fundamental: el de todos los comunes compromisos electorales.

Yo, como miembro de EQUO, abogo por este futuro que describo para bien de la democracia española y de mis conciudadanos. Convocatoria Cívica, Frente Cívico Somos Mayoría ...

Aunque se dice que para poder alcanzar determinado nivel de sapiencia es preciso pasar por el pulimento de la Universidad de Oxford, yo debo reconocer que esta premisa no la tengo aún superada, no así me ocurre con nuestra insigne de Salamanca (cuyo máximo lema: "Quod Natura non dat Salmantica non prestat"), de donde sí creo, con toda humildad, aproveché las muy escasas ocasiones que tuve de retener sus "excelentes consejos docentes".


Desde hace ya tiempo lo vengo registrando y difundiendo a quien quiere oirme. Estos trágicos momentos de nuestra historia (española y europea) propician, como ningún otro, la aparición súbita y excepcional de "salvadores de la patria" (altamente sospechosos de peligrosísimo populismo) y de organizaciones políticas de supuesto corte progresista que nos aseguran -ambas facciones- ser capaces de superar, con holgura y sin más traumas, la multiplicidad de problemas y dificultades de los pueblos que en estos momentos sufren, inocentes absolutos, la gravísima situación a que nos han abocado los "mangantes de cuello duro" de siempre.

Resulta evidente que estas diferentes opciones están en la obligación de preparar sus respectivas presentaciones vestidos con sus mejores y más impactantes "galas", con la lógica y justa intención de mostrar sus mejores y más atrayentes características. Cómo no, cada una de estas ofertas están conformadas por sus particulares estrellas del momento que colocan en destacados y relevantes lugares de sus cuasi indistintivos escaparates.

Están en su derecho, faltaría más, incluso y a pesar de algunos discrepantes, estos "prometedores brotes políticos" ayudan a remover y a agitar un poco el adormecido y desidioso actual panorama político español.

Lo que no ofrece duda alguna, digo yo, es que el bipartidismo continuado suele conllevar con demasiada frecuencia (y este creo es el caso) a la abulia, al desinterés y a la crónica decepción popular.

Además, afortunadamente, todos estos grupúsculos (los autodeclarados progresistas) coinciden en la imprescindibilidad de cambiar la actual Ley Electoral, previa, a cualquier otro futuro sufragio por las urnas, lo que sin duda alguna, amén de supuestamente más justo, el futuro nuevo sistema, también resultará más beneficioso y equitativo para todos ... pero también para estos más recientes asociados (caso de decidir su conversión, incluso refundición en partido político concreto, participante opcional en la "rueda de la fortuna electoral").

Al menos, con la inclusión de nuevos partidos progresistas en el "campo operativo", el dolorido electorado de izquierdas, defraudado, incluso adormecido y hastiado, podría avivarse, podría comenzar a ver una luz al final del túnel, tal vez pudiera asirse a la mínima esperanza de verse más efectivamente identificado con tal, o cual predicado ideológico.

De cualquier manera, quiero optimistamente pensar, que si se lograse una coalición de partidos progresistas, consecuencia estratégico-política del resultado en las siguientes confrontaciones electorales, nosotros, los sempiternos y hasta hace muy poco "perdidos" socialistas de "pro", podríamos sentirnos suficientemente satisfechos.

Porque esta conveniente coalición de izquierdas en el futuro Gobierno de la Nación, obligaría al PSOE a no desviarse de su oficial ideario en la praxis gubernativa, a su interdependencia, a impedir sus frecuentes veleidades "liberales", al doméstico y cotidiano control -por la izquierda-, a una mayor pureza y linearidad de comportamientos ..., en definitiva, para exigir con pleno derecho el cumplimiento de los acuerdos adoptados interpartidos y el más exquisito y fundamental: el de todos los comunes compromisos electorales.

Yo, como miembro de EQUO, abogo por este futuro que describo para bien de la democracia española y de mis conciudadanos.

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